A la gente lo que más más nos interesa es lo más cercano, la familia, nuestro pueblo o ciudad, nuestro trabajo y poco a poco se van alejando nuestros intereses. Luego pasamos a nuestra religión, nuestro equipo de fútbol, nuestra telecomedia favorita, incluso hay gente a la que le interesa la política y a veces hasta algún extraño le interesa la política internacional.
Hago esta reflexión al hilo de los informes del Banco mundial y el G-7 y en palabras de Alain Touraine :
"Europa casi no tiene crecimientos, no realiza un esfuerzo en investigación suficiente en comparación con Estados Unidos y no es capaz de inventar nuevas fórmulas para acoger a poblaciones de culturas diferentes cuya masa va a ir en aumento; a mi parecer, no tiene ningún tipo de proyecto, lo que se acepta aún más fácilmente puesto que la Europa occidental ampliada sigue siendo una región del mundo rica con una buena protección social y un estilo de vida a menudo refinado. Y, sin embargo, más allá de todas estas afirmaciones, que son, hay que decirlo, banalidades, sigue sin tratarse la cuestión central que se plantea más o menos claramente en todo el mundo: este Estado de bienestar que fue creado por las socialdemocracias, herederas a su vez del movimiento obrero democrático, se agota, ya no cumple sus funciones de lucha contra la desigualdad; e incluso a menudo se confunde con otros tipos de intervenciones del Estado, más económicas que sociales, y cuyos efectos son hoy tan negativos como buenos fueron justo después de la guerra, cuando sólo el Estado disponía de medios para actuar".
En conclusión parece ser que no consideramos que nuestra mejor de calidad de vida no es indefinida y ignoramos que además repercute en millones de personas de los países del Sur. Mientras sigamos creyendo en un proyecto en el que el 20% de la población mundial vive con el 80 % de los recursos y el 80 % restante solo con el 20% de sus recursos, por que además no les dejamos exportar, vamos cuesta abajo. (Para los que quieren luchar contrar esto les recomiendo una visita a la campaña PobrezaCero)
Señoras y señores, a no ser que el nuevo Papa reproduzca el milagro de los panes y los peces, este sistema se agota, y este agotamiento lo estamos empezando a ver ya no sólo en la falta de crecimiento económico, sino también en actitudes xenófobas, en el desinterés por los conflictos olvidados que creemos que no nos atañen, estamos confundiendo lo inmediato con lo importante. A ver si viene Dios y nos ilumina. Sino, siempre podremos recurrir a un experto, que de esos tenemos de sobra.
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