18 julio 2005

El alma del profesor Khan

Treinta años. Padre de una hija de ocho meses y a la espera de otro hijo. Trabajador social comprometido con la inserción de los suyos en la sociedad británica. Por la información que tenemos podemos sonsacar que era apreciado entre los padres de sus alumnos. No sólo no parece un fundamentalista, sino más bien todo lo contrario. Un tipo integrado.

Qué es lo que pasa entonces para que un hombre así pueda acumular tanto odio y sobretodo tanta rabia como para suicidarse y con ello llevarse a unos cuantos más de paso. Dónde están los analistas que siempre tienen la respuesta adecuada. Realmente alguien se ha puesto en el lugar de los musulmanes para saber como se sienten.

Acaso tenemos una perspectiva real de cómo ellos ven la supremacía de nuestro valores, de cómo ellos sienten la imposición de nuestros gustos, nuestras modas (gustos y modas que a su vez nos son impuestos a nosotros por la sociedad de consumo en la que vivimos). Debe uno que tener mucha fé en su religión y mucho odio acumulado para colgarse una mochila llena de explosivos y mandarlo todo a paseo.

Lo peor es que no es sólo un tipo, no es la acción espontánea de un loco. Es todo un entramado de fundamentalistas dispuestos a morir matando. Los vimos en NY en Washington, en Madrid, en Bagdag, en Bali, en Marruecos, en Kabul, ahora en Londres y mañana, dónde. Siento que no estamos preparados, que nuestra sociedad se enfrenta a un enemigo desconocido. Desconocido por su irracionalidad y sus ansias de venganza. Aquí no se puede negociar, no hay con quién negociar, tampoco sirve la inutil represión ni el envío de soldados ni equipos de inteligencia que han demostrado su incapacidad para lucha contra un enemigo opaco, latente, dispuesto a atacar en el momento más insospechado y con las armas que más duelen.

Expongo aquí mis dudas, sinceras, me temo que ésto va para largo. Los radicales fundamentalistas no van a desaparecer de un día para otro. Fueron creados, fomentados y entrenados por la CIA para que lucharan contra los rusos en la guerra de Afganistán. Ahora se han vuelto contra occidente y si queremos vivir en paz nos va a tocar deshacer este entuerto con mucha mano izquierda, muchos millones de euros en cooperación y una gran capacidad de autocrítica, por que en algún momento algo se hizo mal, muy mal.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tendríamos que releer atentamente a Franz Fannon, el psiquiatra argelino que asistió a los torturados y a los torturadores que enloquecían en la Argelia francesa: ("Los condenados de la tierra", Fondo de Cultura Económica, 1983) Tendríamos que preguntarnos por qué nos extraña esa desesperación sin salida. No es la primera vez que morir matando forma parte de las tácticas de guerra (los kamikazes japoneses) y deberíamos tratar de entender y descifrarlo, no sólo gemir nuestra incomprensión.
Lo cierto es que ninguna sociedad europea ha logrado otra cosa que tolerar a los extranjeros pertenecientes a otras culturas, a otras religiones.

Anónimo dijo...

La siembra de vientos siempre comporta una cosecha de tempestades. La situación en Irak puede ir a peor. Y la de occidente, tambien. El resultado será una quiebra sensible en nuestro sistema de libertades.

Anónimo dijo...

Una diferencia fundamental: los terroristas islámicos tienen valores firmes y consideran que llevan razón. Aqui en Occidente no pasamos de ser acobardados y acomplejados (algo habremos hecho)... lo único que queremos es que nos perdonen. Ya ha pasado otras veces en la historia (los bárbaros acabaron con Roma, Hitler y Stalin con la Europa del XIX...). Aquí en la vieja y racionalista europa tenemos miedo de llevar la razón y de defenderla, hemos caido en el idealismo más absoluto y tonto (Papeles para todos, No a todas las guerras, De un matrimonio homosexual puede salir niños ...). El fuerte acaba con el´débíl...y ahora somos débiles y viejos y estériles.

Anónimo dijo...

Por qué se llamaba Franco si era español?

Anónimo dijo...

Bravo! Esto que acabas de exponer es exactamente lo mismo que yo tengo en mente desde hace un tiempo. Has dado en el clavo, gracias!