24 julio 2005

Mamá, yo quiero un Tomahawk


Si mamá, acabo de ver una animación en El País.es y la verdad es que es lo quiero para mi cumple. Este año ya no quiero que me regales más maquetas de misiles de esas para el cole que compras en Estados Unidos, ahora quiero uno de verdad para poder jugar en serio. Así los moros nunca volverán a poner sus pies en Perejil.

Te juro que no son nada caros, y que este regalo vale ya por mi cumple, mi santo y por los de navidades. Fíjate, los más baratos sólo cuestan medio millón de euros y luego les puedes poner muchos más gadgets, como cabezas nucleares. Además son muy chulis, los puedes controlar por satélite, cambian el rumbo comparando las alturas del suelo con un plano digital y PUM, aciertan en el blanco. Mola un puñao.

Si, ya se que te había pedido mucho menos, que sólo quería un kit de ayuda humanitaria para mandarlo a Níger. Que los primos de la FAO nos habían pedido algo de dinerillo para comprar semillas de cereal y legumbres, pero fíjate que los suecos que son muy enrollaos ya han enviado 650.000 dólares de los 4 millones necesarios. Ya verás como en cuanto salgan algunas imágenes en la tele de los niños muriéndose se recaudan esos millones y muchos más.

Mamá, ellos no van a tener ningún problema en conseguir ese dinero, no ves que tienen detrás a Médicos Sin Fronteras, que dicen que están tratando a niños de dos años con sólo tres kilos de peso, el mismo que un bebé europeo al nacer. Normal, ¿no?.

© Anne Ybeze


De todas formas, con la campaña que están haciendo, los 2,5 millones de personas, amenazados por la falta de alimentos, incluidos unos 800 000 niños, saldrán adelante. Si no es con ayuda humanitaria, será pagando, como dice MSF:

Sin embargo, y a pesar de la gravedad de la situación, la atención médica y los alimentos siguen siendo de pago, a precios inaccesibles para los más vulnerables.”


Venga mami, cómprame un Tomahawk, que el Tío Donald nos ha dado permiso y ahora nos quiere tanto como a José Mari.